¿Peligra el dólar como divisa indiscutible del comercio internacional?

¿Peligra el dólar como divisa indiscutible del comercio internacional?

Un acontecimiento histórico en lo relativo al ámbito de las transacciones de materias primas energéticas. Así, dos superpotencias de la talla de China y Francia comercializaron, por primera vez, gas natural licuado (GNL) recurriendo al yuan como única divisa de pago.

El acuerdo, formalizado a través de la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghái, implicó una venta de unas 65.000 toneladas de GNL importadas desde Emiratos Árabes Unidos. Además, este primer convenio ente la petrolera nacional china CNOOC y la compañía francesa TotalEnergies hizo hincapié en la relevancia de emplear divisas alternativas al dólar norteamericano.

Hasta la fecha, todas las operaciones vinculadas a la energía se habían realizado en dólares. Por tanto, ¿nos encontramos en el preámbulo de una transformación del sistema monetario internacional? ¿Está la hegemonía del dólar llegando a su ocaso?

Casi 90 años de absoluta supremacía del dólar

Desde antes de que la Segunda Guerra Mundial finalizara, la hegemonía de la divisa norteamericana dentro del sistema monetario internacional se ha mantenido -y se mantiene- vigente. Entre el 1 y el 22 de junio de 1944, se firmaron los célebres acuerdos de Bretton Woods. En base a estos convenios, suscritos inicialmente por 44 países, se estableció que el dólar sería convertible en oro, que el valor del resto de divisas estaría referenciado al de la moneda norteamericana y, finalmente, que el dólar sería la nueva unidad monetaria de referencia mundial.

Pues bien, casi 79 años después, desde el punto de partida de Bretton Woods, el dominio absoluto del dólar continúa imperando en los mercados. Así, y a pesar de que la economía mundial lleva ya mucho tiempo experimentando un paulatino proceso de desdolarización (en detrimento de otras divisas como el euro, el yuan, el yen, etc.), la ‘moneda del Tío Sam’ sigue siendo la dominadora categórica del mercado de divisas.

De este modo, se estima que el dólar representa, todavía, aproximadamente el 60% de todas reservas de divisas oficiales de estados y bancos centrales. También, la moneda estadounidense participa, según la Reserva Federal, en el 88% de todas las operaciones con divisas. Asimismo, prácticamente la mitad de la financiación (préstamos y emisiones de bonos, especialmente) internacional está denominada en dólares norteamericanos.

De este modo, se estima que el dólar encarna, todavía, aproximadamente el 60% de todas reservas de divisas oficiales de estados y bancos centrales. También, la moneda estadounidense participa, según la Reserva Federal, en el 88% de todas las operaciones con divisas. Asimismo, prácticamente la mitad de la financiación (préstamos y emisiones de bonos, especialmente) internacional está denominada en dólares norteamericanos. Un sinfín de ejemplos que, al final y al cabo, evidencian el estatus actual del dólar como referente indiscutible de las divisas internacionales.

La creciente relevancia del yuan chino

El ascenso del gigante asiático en la esfera internacional es un fenómeno imparable. Asimismo, la progresión de su divisa, el renmimbi, en los últimos años está siendo espectacular. De esta forma, el yuan es ya la quinta moneda de pago más extendida del mundo; además, de ocupar la misma posición en lo relativo a las reservas de divisas internacionales.

No obstante, resulta muy poco factible (a corto y medio plazo) que el yuan amenace la hegemonía del dólar como moneda referente de la economía mundial. China no se plantea -ni se ha planteado jamás- liberalizar la conversión de su moneda. Este aspecto, que impide la libre circulación del yuan, choca frontalmente con la confianza de los inversores para establecer al renmimbi como la principal reserva de valor.

En definitiva, el yuan es una divisa al alza que continuará ganando peso en la economía global. Esta progresión será especialmente notoria en lo relativo al comercio internacional. Sin embargo, existen evidencias suficientes para concluir que la supremacía de dólar tiene, todavía, un largo recorrido.

Tomado: portal Economía

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