La grave sequía causa un atasco de cargueros en el Canal de Panamá

La grave sequía causa un atasco de cargueros en el Canal de Panamá
La grave sequía causa un atasco de cargueros en el Canal de Panamá

La prolongada sequía ha puesto en jaque al canal de Panamá, una de la rutas de navegación vitales para el tránsito global de buques de mercancías.

Los cargueros se apilan y sufren largas esperas, de hasta cerca de un mes, para lograr la auto­ri­za­ción de paso. El bajo caudal debido a los meses sin lluvias y a las medidas aplicadas para conservar el agua propician ese atasco, que ha llegado a estar por encima de los 200 buques varados, sin poder llevar la carga a su destino.

Las restricciones ya causan que los precios de envío al contado entre China y Estados Unidos hayan subido hasta un 36% en medio de temperaturas marinas muy altas que, remarcan los climatólogos, pueden potenciar el clima extremo.

Las autoridades que regulan el canal de Panamá han reducido el peso máximo de los barcos y el cruce diario a 32, con el objetivo de la preservación fluvial. Los expertos temen que esto sea “la nueva normalidad” por el déficit de precipitaciones en el quinto país más lluvioso del mundo y subrayan los riesgos climáticos que afectan a la industria del transporte marítimo, que mueve el 80% del comercio mundial.

Los propietarios de los buques tienen la opción de llevar menos carga, de elegir rutas alternativas que les suponen miles de kilómetros en el trayecto o bien lidiar con esas largas colas y semanas de espera. Los más afectados por el atasco son buques de carga a granel o gasistas.

Según fuentes de la firma comercial Dorian LPG, que gestiona una veintena de buques que transportan gas, los retrasos van cambiando a diario. Si toman la decisión de navegar por el canal de Panamá, después no hay marcha atrás para deshacer camino o desviarse, como si fuera una trampa.

La temporada de lluvia está llegando muy tarde a esa región, mientras que el canal necesita tres veces el equivalente al consumo diario de agua en la ciudad de Nueva York. El canal depende prácticamente de las precipitaciones para su reposición.

Si no se recoge suficiente lluvia, indicó The Wall Street Journal en un análisis, se mantendrá el recorte en el número de barcos autorizados a navegar y los que lo consigan deberán pagar primas elevadas. Esto se traducirá en un encarecimiento todavía mayor para los propietarios de cargueros, como los exportadores estadounidenses de petróleo y gas e importadores asiáticos. Aún bajo el impacto de la inflación, todas estas circunstancias repercutirán y pondrán presión finalmente en los precios de bienes de consumo.

A causa de que el calado se ha reducido de 50 a 44 pies de profundidad, muchos cargueros han de vaciar contenedores antes de emprender el paso.
Ricaurte Vásquez Morales, administrador del canal de Panamá, advirtió que las restricciones pueden mantenerse el resto del año. Calculó un descenso de las ganancias de unos 200 millones de dólares.

Como paliativo, el Gobierno panameño ha contactado con el cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos, que construyó el canal al principio del siglo XX, para realizar el proyecto de desviar cuatro ríos hacia la vía fluvial, que se añadirían a los tres que ya lo alimentan y cuyo caudal está muy mermado.

Tomado: La Vanguardia

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