¿Cómo América Latina pasó de la crisis a la oportunidad a raíz de la guerra en Ucrania?

A un año del inicio de la invasión rusa a Ucrania, las economías latinoamericanas han sentido su mayor impacto en el sector de las materias primas, con un incremento en las exportaciones agropecuarias, de gas y petróleo, aunque por otro lado resintieron la carestía de alimentos.

La guerra marcó un antes y después para los mercados globales, incluso provocando una reconfiguración del comercio que dejó, tras un año de conflicto, muchos ganadores y perdedores.

Pese a los impactos económicos derivados de la guerra, en América Latina también han surgido “varias oportunidades que algunos han sabido capitalizar, y otros no” en materia agropecuaria, explica el economista John Escobar.

Brasil, cuya economía, la más grande de la región, terminó 2022 con récords en sus exportaciones (335.007 millones de dólares) y en su superávit comercial (61.800 millones de dólares), fue uno de los beneficiados.

El aumento de los precios de los alimentos en los mercados mundiales hizo que las exportaciones agropecuarias brasileñas crecieran un 36,1% el año pasado, hasta los 75.050 millones de dólares. “Pese a todos los efectos negativos de una guerra como esa, Brasil fue uno de los principales beneficiarios de los nuevos flujos de activos globales”, comentó la economista Silvia Matos, investigadora de la Fundación Getulio Vargas, FGV.

“Una guerra como esta es muy negativa para el mundo. Tuvimos inflación global y con ella una desaceleración del crecimiento para combatir esa inflación, además de la tragedia humanitaria en la región. Como Brasil está lejos del conflicto, se benefició de los efectos que generó la guerra, principalmente en los precios de las materias primas”, comentó Matos.

Otro país en la región cuyas exportaciones agrícolas crecieron fue Argentina, donde los principales complejos agropecuarios -responsables del 63% de las exportaciones totales- incrementaron sus ingresos un 8,5%, hasta los 46.461 millones de dólares, beneficiados directamente por la subida de los precios en los mercados internacionales, aunque las cantidades exportadas cayeron un 5,5%.

A diferencia de Brasil, en Argentina el impacto positivo en ventas “fue superado con creces” por la necesidad de un mayor desembolso para pagar energía, fertilizantes y fletes, entre otros bienes, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Algunos países de la región también aprovecharon la coyuntura para incrementar sus exportaciones de gas, carbón y petróleo. Un ejemplo de ellos fue Perú, cuyas ventas de gas natural licuado y petróleo se elevaron de media un 57,9% en 2022.

También aumentaron un 36,15% las exportaciones del sector petrolero, con subidas, en el del aceite de crudo, del 75,7%. Brasil y Colombia aumentaron las exportaciones de petróleo, cuyo precio se disparó en 2022 a raíz del conflicto. Según Matos, en 2022 Brasil tuvo ingresos fiscales récord por las exportaciones de petróleo y derivados, que supusieron el 2,6 % del PIB.

En Colombia, la petrolera estatal Ecopetrol disparó su beneficio neto en los primeros nueve meses de 2022 un 150,1%. Argentina también elevó las importaciones energéticas un 4% en volumen, aunque debido a la subida de precios tuvo que duplicar el gasto respecto al año anterior, con lo que el alza de sus exportaciones energéticas en un 44% no fue suficiente para equilibrar la balanza energética, que profundizó su déficit.

Tomado: portal France 24