- septiembre 19, 2022
Precios de fletes caen, pero aún no llegan al consumidor final
El precio del flete marítimo para el mercado peruano de carga contenerizada bajó progresivamente y, a la fecha, se manejan precios hasta 50% menores a los que se tenía durante el pico de la pandemia y meses posteriores, según los precios de lista de las principales navieras.
Hoy, un flete para la ruta Shanghái–Callao marca los US$5.000 por contenedor de 20 o 40 pies, tarifa muy inferior a los picos que hace algunos meses llegaron a US$12.000 por la pandemia, incremento inesperado de la demanda mundial, cierres de puertos, guerra de Ucrania, entre otros.
No obstante, el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, dijo el último viernes que ello no significa que el impacto sobre la inflación sea determinante, pues existen otros factores internacionales aún volátiles que influyen sobre los precios del mercado, como el petróleo, gas, granos y maíz.
Para Rafael del Campo, director ejecutivo de Adex, en el caso de las importaciones, Perú ha manejado precios de US$3.700 por contenedor de 20 pies (al 26 de agosto) hasta los US$1.900 que se facturan hoy, tomando de referencia un proveedor chino. Pero que esta reducción se traduzca, depende del libre mercado.
En esa línea, Del Campo recuerda que los empresarios que exportan también realizan importación. Para fabricar una mesa se necesitan insumos importados, como plástico, sea directo o a través de terceros. Ergo, esta tendencia bajista, aunque aparentemente imperceptible, es positiva para todos.
“Lo que sí están caros, y están subiendo, son los fletes de productos perecibles para la importación no tradicional, a raíz de falta de contenedores. Se está tratando de encontrar solución, pero Perú es un pequeño actor global que depende del intercambio de países como México, EE. UU. y China”, advierte.
La cuestión portuaria
En efecto, si comparamos el periodo enero-junio del 2022 con el año previo, los fletes según el índice de carga contenerizada de China se han incrementado 37,15%; es decir, todavía siguen altos en la curva. Y eso solo comparando la caída en general, pues el precio todavía está por encima del semestre previo, refiere Comex.
Xavier Montes, gerente de Facilitación de Comercio del gremio, explica que el alto precio de los alimentos y la baja demanda global -la gente en todo el mundo modera sus compras- han provocado que la oferta de transporte por contenedores se contraiga, aunque el tráfico de descarga en puertos se ha recuperado. “El tema logístico influye mucho en el precio de los alimentos, pero estos ya venían con carga inflacionaria. Para que se trasladen al mercado tendrán todavía que disminuir existencias de las empresas y pedidos que se realizan. Es muy difícil que en el inmediato plazo los precios caigan”, sostiene.
Esta posición es secundada por el presidente de la Asociación Marítima de Perú (Asmarpe), Moisés Woll, quien señala que las líneas navieras vienen recibiendo buques y contenedores que mandaron construir hace más de dos años y que se suman a la capacidad de oferta del mercado.
“Las principales restricciones se dieron en tierra con cierre de puertos en diferentes partes del mundo y ralentización de distribución. Hoy ya tenemos a las 14 principales líneas portacontenedores recalando en puertos peruanos”, anota.
Los fletes bajan en todo el mundo
Según Drewry World Container Index, el precio global de transporte de contenedores de 40 pies, al 15 de septiembre, llegó a US$4.941, 53% menos que los US$10.377 de hace un año. Pero el promedio de cinco años es de US$3.679.
China figura como el principal destino de las exportaciones peruanas en el mes de julio, con envíos por US$1.774 millones, según la CCL.
Reacciones
Julio Velarde, presidente del BCRP
“El efecto de los fletes es marginal sobre la inflación: ayuda, pero son más determinantes los precios del petróleo, gas natural, gasolina, trigo y maíz que han subido. Beneficia, sí, pero no creo que sea tan fuerte para marcar una diferencia”.
Rafael del Campo, director Ejecutivo de Adex
“En una economía de libre mercado como la nuestra, los precios deberían caer. Si yo soy mayorista, quiero mover mi stock, que ahora cuesta menos traer, pues no me conviene tenerlo en almacenes dando vueltas. Pero eso no depende de nadie”.
Tomado: La República