- marzo 2, 2023
Plastic Odyssey, un proyecto contra los residuos plásticos
La expedición mundial de Plastic Odyssey para proteger el océano, un proyecto enfocado a las regiones más afectados por la contaminación por plásticos, inició a finales del pasado año la vuelta al mundo para impulsar soluciones que combatan la contaminación plástica en mares y océanos. La expedición incluye escalas en distintos puertos de África, Latinoamérica y Asia. Su misión: convertirse en el mediador del reciclaje en el mundo gracias a sus máquinas de Low Technology a bordo.
Por ende, tienen por objetivo promover la creación de microfábricas locales para la transformación de residuos plásticos en materiales de construcción y combustible, y fomentar de esta manera el reciclaje a escala mundial y la flexibilidad de la instalación logística.
El buque laboratorio zarpó del puerto de Marsella e 1 de octubre pasado y, tras sus tres primeras escalas en Beirut, Alejandría y Túnez, concluyó su misión en el Mediterráneo a finales del mes de enero. Antes de proseguir su viaje hacia puertos situados en África Occidental y Sudamérica, el Plastic Odyssey recaló en el puerto de Málaga para realizar una escala técnica que le permita continuar su misión en las mejores condiciones.
¿QUÉ ES PLASTIC ODYSSEY?
Creada en 2016 por iniciativa de tres jóvenes franceses apasionados por la Low Technology y la protección del medio ambiente –Simon Bernard, Alexandre Dechalotte y Bob Vrignaud, dos marineros y un ingeniero, respectivamente–, el proyecto global de Plastic Odyssey se basa en una simple constatación: cada minuto se vierten 20 toneladas de plástico en el océano. Una vez en el mar, la mayor parte del plástico ya no es recuperable.
Plastic Odyssey es una organización que lucha contra la contaminación provocada por plásticos en el mar y busca reutilizar residuos presentes en las zonas costeras. Desde su sede en Marsella, reúne a una comunidad comprometida de ingenieros, navegantes, arquitectos, ciudadanos – en torno a un mismo objetivo: democratizar el acceso a las tecnologías y soluciones de reciclado en las regiones del mundo más afectadas por la contaminación plástica. Su actuación se basa en tres pilares: emprendimiento social, tecnologías de código abierto y acciones ciudadanas.
Limpiar el pasado
Recuperar los residuos y convertirlos en recursos. De los 6.000 millones de toneladas de plástico fabricadas desde la invención de este material, 5.000 millones siguen presentes en la Tierra, con la urgente necesidad de ser transformadas. Gracias a una serie de máquinas de reciclaje sencillas y accesibles de Low Technology, se ataca la raíz del problema y, al mismo tiempo, se generan nuevos puestos de trabajo en las comunidades locales. La organización Plastic Odyssey colabora con distintos socios locales sobre el terreno para implantar pequeñas plantas de reciclado de plásticos en contenedores llave en mano. En 2022, ya se instalaron dos contenedores en Togo y Guinea.
Construir el futuro
Un mundo sin plástico desechable es posible y necesario para frenar los efectos de la contaminación a largo plazo. El segundo pilar de Plastic Odyssey se basa en este deseo de encontrar alternativas a la dependencia al plástico. En la actualidad, este material altamente contaminante se utiliza en todas partes y para todo. Ha llegado el momento de plantearnos la siguiente pregunta: ¿cómo podemos hacer las cosas de otra manera? Para responder a esta cuestión, Plastic Odyssey lleva a cabo actividades de sensibilización, investigación y educación con el fin de provocar cambios en los comportamientos individuales y colectivos.
BUQUE LABORATORIO
Plastic Odyssey es un buque de exploración científica de 40 metros. Este antiguo buque oceanográfico, transformado en laboratorio para la lucha contra la contaminación plástica, está dotado de un pequeño centro de reciclaje, así como de un espacio móvil para realizar experimentos en tierra con la población local en cada escala.
Equipado con pequeños motores poco contaminantes, recorrerá el mundo durante tres años, convirtiendo los residuos plásticos en combustible para seguir avanzando.
ESCALA EN MÁLAG
El buque Plastic Odyssey realizó una parada técnica en la marina de Málaga, pionera en el cuidado del medioambiente: cuenta con un hormigón ecológico que fomenta la colonización por parte de la fauna marina y reduce la huella de carbono y, además, ofrece una carga de 2.000 amperios de energía eléctrica, lo que permite a las embarcaciones apagar sus motores durante el amarre, reduciendo sus emisiones de CO2 y la contaminación acústica.
Tras la invitación de IGY Málaga Marina, participada mayoritariamente por la española Ocean Capital Partners (OCP), el barco-laboratorio realizó una pausa clave en su recorrido para seguir desarrollando su taller de reciclaje a bordo y prepararse para cruzar el Atlántico. Gracias a los medios puestos a disposición por la marina de Málaga, y en línea con el compromiso de OCP por fomentar el cuidado al medio marino, la expedición podrá así seguir su ruta desde España con tranquilidad.
30 PARADAS EN TODO EL MUNDO
Las tres primeras escalas en Líbano, Egipto y Túnez han allanado el camino para una larga expedición: el buque Plastic Odyssey llegó a Tánger (Marruecos) el pasado 16 de enero, donde hará una escala de tres semanas antes de seguir por Senegal, Guinea y Cabo Verde en los próximos meses. Finalmente pondrá rumbo a Sudamérica.
En total, el buque emblemático de la lucha contra la contaminación por plásticos explorará 30 puertos en los próximos tres años alrededor de tres continentes, a un ritmo medio de una semana de navegación por cada tres semanas de escala.
En cada parada, el equipo de Plastic Odyssey seleccionará y acogerá a una docena de emprendedores para formarles en la puesta en marcha de un centro de reciclaje de plásticos. El taller a bordo incluye siete máquinas capaces de reciclar residuos plásticos para convertirlos en nuevos objetos, materiales de construcción o combustible, y servirá de banco de pruebas para la formación y la creación de prototipos de productos reciclados.
El objetivo será crear a nivel local microfábricas de transformación de residuos plásticos gracias a una tecnología de bajo impacto y fácilmente transferible.
Así, esta misión de exploración en las zonas más afectadas contará con los actores locales que estén construyendo el mundo de hoy y de mañana, y con la ambición última de crear una red mundial de soluciones para frenar la contaminación oceánica.
CONSTRUYENDO EL MUNDO FUTURO
Reducir la producción de residuos a 1,7 kg diarios per cápita evitaría el 26% de la contaminación de los océanos. Para lograrlo, tenemos que cambiar el comportamiento de 8.000 millones de ciudadanos hacia un uso más sostenible del plástico. Rodeado por un comité científico de ciencias humanas y sociales, Plastic Odyssey lleva a cabo su programa itinerante de investigación y acción en el marco de su expedición para identificar la raíz de los mecanismos que nos permitirán cambiar nuestro comportamiento.
En la costa occidental de Marruecos, Plastic Odyssey formó a equipos para reciclar residuos pesqueros. En Guinea, ayudó a una empresaria a mejorar su centro de reciclaje y en Cabo Verde aportó soluciones para reciclar los residuos que amenazan la supervivencia de las tortugas bobas en zonas protegidas en la isla deshabitada de Santa Luzia. También ayudó a instalar cuatro máquinas en Burkina Faso en un pequeño centro de reciclaje. Lo dirigen mujeres que ahora pueden crear mesas y sillas para escuelas, muebles o techos para casas.
Tomado: portal Cambio 16.com