Revalorización del dólar: ¿cómo puede afectar hoy a tus compras?

Revalorización del dólar: ¿cómo puede afectar hoy a tus compras?

Lejos quedan ya esos 1,40 dólares por euro. La moneda única cotiza en mínimos de 20 años, tras bajar incluso de la paridad y colocarse este lunes en los 0,9760 EUR/USD. Así se ha movido el euro en su relación con el dólar en el último año:

El entorno actual está favoreciendo la fortaleza de la moneda estadounidense. La Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, está subiendo tipos de interés para luchar contra una inflación desbocada, que ha tocado máximos de 40 años. Las subidas hacen que sea más costoso acceder al crédito y, con ello, se ralentice la economía y baje así la inflación. Una estrategia que sí funciona en Estados Unidos, donde el consumo supone un 70% de su economía.

Además, otro efecto del alza de tasas, es que el dólar resulta más atractivo para los inversores de todo el mundo, ya que se considera un valor refugio en el que mantener el dinero. La pandemia mundial o el conflicto de Ucrania son factores que empujan a los inversores a comprar dólares.

En este entorno de debilidad de la moneda única, uno de los primeros efectos es que se abarata el precio de los bienes europeos, mientras que las importaciones se encarecen: aunque se favorecen las exportaciones, comprar bienes de fuera del bloque nos sale más caro. Esto ha provocado que la zona euro haya registrado su primer déficit comercial desde hace más de 10 años.

Ahora a los europeos nos sale más caro comprar commodities o materias primas, ya que la mayoría opera en dólares. La fuerte dependencia de Europa de combustibles fósiles ha disparado el valor de las importaciones.

La devaluación de su divisa europea se traduce en menor poder adquisitivo, menor confianza empresarial y menor capacidad de endeudamiento con el exterior.

Tanto la inflación como la inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos elaborados y energía, de la zona euro no para de crecer desde que comenzaron los planes de estímulo del BCE y de los gobiernos. Y, pese a las alzas de tipos del BCE, precisamente para intentar contener los precios, las expectativas de inflación siguen subiendo.

Con un euro débil, con el déficit comercial en crecimiento y los precios disparados están haciendo que también crezca la deuda externa de la eurozona.

La situación provoca una reacción en cadena que impacta en el bolsillo del consumidor final: un euro débil que cada vez vale menos supone que, como las importaciones se encarecen, el precio también suba para el ciudadano. Esto está haciendo que también caiga tanto la confianza de los consumidores como de los empresarios, entre los que crece la incertidumbre sobre cómo afrontar las inversiones durante los próximos meses.

A esto se suma que el Banco Central Europeo (BCE) también ha comenzado a subir tipos para hacer frente a la inflación, lo que ya ha provocado un aumento récord del Euríbor, hasta el 2,233% de media a cierre de septiembre en el que ya ha sido el mayor incremento de su historia.

En resumen: un dólar fuerte y un euro débil afecta a las compras en general, ya que se encarecen las importaciones y, con ello, crece la inflación. Un incremento de los precios del combustible, por ejemplo, se refleja también en el precio final de otros productos que requieren ser transportados. La inflación seguirá presionando al BCE para subir tipos, lo que se traducirá en un coste mayor para el ciudadano para acceder al crédito. Y, además, los inversores deben vigilar el efecto divisa en su cartera, porque la devaluación de la moneda hace que, frente al exterior, nuestras inversiones valgan menos.

Tomado: portal Estrategias de Inversión

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