- julio 27, 2021
496 años de atardeceres sobre la sierra y el mar de Santa Marta
Santa Marta es atardeceres iluminados por rosados, naranjas, azules, que decoran la majestuosidad de su mar y sus montañas… eso y mucho más es Santa Marta.
Proveniente de la enorme estructura flotante que parecía venirse encima de la ciudad de Santa Marta, el agudo pito irrumpió el vaivén de las olas, el viento y los atardeceres de la ciudad más antigua de América.
Mientras se escuchaban las voces de los niños corriendo tras la pelota hecha de bolsas amasadas con trapos jugando a la pateada, llegaban los barcos con nuevas culturas, productos, comercio, personas, oficios…
LLEGA EL COMERCIO MARÍTIMO…
Santa Marta se fue fusionando con el pito proveniente de la extensa línea azul del horizonte que le cambió a los niños la pelota por el balón, la pateada por el fútbol y el guineo por banano, éste último apreciado por nativos y extranjeros, y fortaleza económica para esta ciudad.
Eran toneladas de guineos por embarcar, muchas manos samarias que lo subían a los barcos y aplaudían el zarpe de embarcaciones cargadas con el dulce sabor del banano de estas tierras rodeadas por la Sierra Nevada y bañadas por el mar Caribe.
Y entonces, vestido de sacos, un grano tostado con aroma a hogar: el café busca su espacio en los buques, que para entonces ya armonizaban con los atardeceres de la bahía de Santa Marta.
En este punto de la historia en la ciudad se fortalece una clase social con gran capacidad para el trabajo que aunque no estuvo en la academia, aseguró con el trabajo en el puerto que sus hijos y nietos sí lo hicieran.
Para entonces, el país había puesto su mirada en esta ciudad y el Gobierno estableció las condiciones para equilibrar lo que en ese momento era el mejor ingreso de divisas para Colombia.
La tecnología, la industria y el comercio exigían eficacia y eficiencia; el trabajo por procesos requería de inversiones y renovación de infraestructura portuaria, así como personal idóneo altamente calificado para asumir el reto.
NACE LA SOCIEDAD PORTUARIA DE SANTA MARTA
El Estado, al amparo la Ley 001 de 1991, da el marco jurídico para que la empresa privada administre y realice las inversiones necesarias para modernizar la infraestructura portuaria de un país bañado por dos océanos.
Cuando Puertos de Colombia deja de ser exclusivamente del Estado, da paso al nacimiento de la Sociedad Portuaria Regional de Santa Marta, que da inicio a una nueva era marítima y portuaria para la ciudad.
En diciembre de 1993, con el compromiso de hacer una inversión económica importante durante los siguientes 20 años, se inició una operación 24 horas, 365 días al año, en la que se potenció el recurso humano y la infraestructura para alcanzar mejor rendimiento en toneladas movilizadas… y la demanda en el mercado, a su vez propició superar la inversión acordada con el Gobierno Nacional.
Y la Sociedad Portuaria de Santa Marta se ratificó con la extensión de la concesión desde el año 2008 hasta el 2033, tiempo en el que se continuará invirtiendo de manera ambiciosa en el progreso de esta empresa y de la ciudad.
UNA OBRA ORGULLO DE LA INGENIERÍA
Hoy Santa Marta se puede sentir orgullosa de su moderno Puerto que opera siete terminales entre los que se cuenta el de mayor cantidad de contenedores refrigerados del país; muelle para graneles sólidos con una succionadora de última generación; una planta para operación de cargue y descargue de granel líquido; una terminal de carbón con tecnología de cargue directo al buque… toda la eficiencia para ser competitivos en la cadena del comercio internacional.
Para la ingeniería local ha sido enriquecedor el Plan Maestro de Inversiones de la Sociedad Portuaria de Santa Marta gracias a las obras de ampliación de los muelles 2 y 3 con un pilotaje diseñado para sostener las grúas portacontenedores con un peso de 1000 toneladas cada una; el proceso de mejoramiento de suelos con columnas de cemento para la construcción de la planta de tanques y de las baterías de silos, costo-eficientes con respecto a las soluciones tradicionales de cimentaciones profundas; el trabajo en equipo de ingenieros estadounidenses, canadienses y colombianos para la implementación del cargue directo; entre otras.
Al Puerto de Santa Marta, que se destaca por su calado natural que le permite recibir embarcaciones de gran magnitud, a su condición multimodal por tener transporte marítimo, terrestre y férreo, se suma el empeño del Estado, decidido a impulsar las concesiones viales de cuarta y quinta generación consolidando aún más las inversiones portuarias al facilitar la conectividad de los puertos con los principales centros de generación y consumo de cargas en el interior del país.
LOS VECINOS DE LA MANO CON LA FUNDACIÓN
Hoy los vecinos del Puerto son aquellos pelaos que jugaban a la pateada y la llegada de los buques les trajo el balón de fútbol; ellos trabajan de la mano con la Fundación Sociedad Portuaria de Santa Marta, a través de la que la que la empresa expresa su sentido social a la ciudad con programas y proyectos que abarcan desde la primera infancia hasta la tercera edad.
Es compromiso de la Sociedad Portuaria de Santa Marta continuar en la vía de la modernización y la eficiencia para el bienestar y progreso de la ciudad.